Este verano he tenido la oportunidad de visitar una de las ciudades más bellas de Europa: Budapest.
La urbe ha sobrevivido a terribles guerras y calamidades. Ahora se tiene que preparar para recibir el embate del turismo masivo. Si aún no conoces esta maravillosa ciudad, date prisa antes de que le ocurra como a Venecia, Praga, Lisboa o Florencia; ciudades que han muerto de éxito y donde casi es imposible dar un paso por sus concurridas calles.
Budapest es una ciudad tranquila y agradable. Nada más que pones los pies en ella te das cuenta de su grandiosidad. No es para menos pues junto con Viena fue la capital del Imperio Austro-Húngaro, un imperio multinacional regido por la casa Habsburgo y que llegó a ser uno de los estados más poderosos del siglo XIX y principios del XX. Desapareció en 1918 al finalizar la Primera Guerra Mundial.
El Danubio separa a las dos ciudades Buda y Pest
Cuando pasees por esta maravillosa ciudad abre los ojos y la ciudad te contará a través de sus heridas su magnífica historia. Una crónica que relata su pasado esplendor, los fastos imperiales y que también te muestra las cicatrices de la Segunda Guerra Mundial.
Un año antes de terminar la 2ª Guerra Mundial, Budapest fue parcialmente destruída por los ataques aéreos americano y británico. Pero la mayor destrucción se produjo entre los años 1944 y 1945 cuando el Danubio marcaba la línea del frente de batalla. A un lado se encontraban los ejércitos soviético y rumano y al otro el ejército alemán y el húngaro. Aún se pueden ver en sus edificios los desperfectos causados por los proyectiles. La desidia de la época socialista los ha mantenido durante décadas sin tan siquiera arreglar las fachadas. Afortunadamente, ahora la ciudad se encuentra en vías de restauración.
Otra cicatriz de la Historia reciente es el Museo llamado Casa del Terror. Se trata de un edificio situado en una de las calles más elegantes de Budapest, la avenida Andrássy. En ese edificio se detuvieron y asesinaron miles de ciudadanos húngaros y conmemora los dos períodos sangrientos que vivió Hungría bajo las férulas nazi y comunista. Entre el 20% y 40% de los 250.000 habitantes judíos de Budapest fueron asesinados durante la ocupación alemana de Hungría (1944-45).
Este aciago inmueble primero fue sede de los nazis húngaros del Partido de la Cruz Flechada. Cuando terminó la 2ª Guerra Mundial, los comunistas sustituyeron a los nazis, incluso incorporaron a muchos al Partido Comunista, y se convirtieron en los nuevos verdugos. Allí se instaló la AVH o Autoridad de Protección del Estado a imagen y semejanza de la siniestra KGB soviética. En el museo se puede observar el sistema represivo (celdas, instrumentos de tortura, etc) y la persistente propaganda socialista. Una sala muy interesante del museo es la que narra la odisea del cardenal Mindszenty.
Arquitectura
Budapest posee una variada colección de estilos arquitectónicos de diferentes épocas: románico, gótico, otomano, bizantino, barroco, neoclásico, Art Nouveau, etc.
No te puedes perder estos lugares tan interesantes
Parlamento. Es uno de los parlamentos más grandes del mundo. Es un hermoso edificio neogótico que alberga las joyas de la corona húngara.
Plaza de los Héroes. Se encuentra situada al final de la avenida Andrássy y es un monumento a los siete jefes de la tribu Magyar. Allí están el Monumento del Milenio y la Tumba del Soldado Desconocido. Rodeando la plaza hay museos y galerías de arte (Museo de Bellas Artes y Kunsthalle).
Puente de las Cadenas. Es el más antiguo de la ciudad y es un icono de Budapest. Fue reconstruido después de la Segunda Guerra Mundial, los alemanes habían volado todos los puentes. Es muy fotogénico por la noche con el fondo del castillo de Buda.
Castillo de Buda. Es la sede de la Biblioteca Széchényi, del Museo de Historia y de la Galería Nacional Húngara. Fue la residencia de los reyes húngaros.
Basílica de San Esteban. Esteban I de Hungría (siglo XI) fue el primer rey húngaro que practicó el cristianismo. La basílica, de estilo neoclásico es uno de los edificios más altos de Budapest. En su interior se halla la principal reliquia húngara, la mano momificada del rey Esteban I, también llamada Santa Diestra.
Paseo fluvial el Danubio. Tanto a pie como en barco o en el tranvía nº 2, es una excursión imprescindible para ver desde otra perspectiva los lugares más emblemáticos e interesantes de Budapest.
Bastión de los Pescadores. Está en la loma de Buda y es la mejor atalaya sobre Budapest. Las torres de su terraza (estilo neogótico) representan las 7 tribus magiares que fundaron Hungría. Aconsejable ir al atardecer para disfrutar de las vistas (además a esa hora ya no cobran entrada). Al lado está la bellísima iglesia de San Matías que durante la ocupación otomana fue transformada en mezquita. Es una de las iglesias más hermosas de Hungría.
El Mercado Central de Budapest es otro de los edificios más importantes de la ciudad. Está repleto de alimentos de primerísima calidad. Con decir que Hungría exporta foie-gras a Francia y que es de mejor calidad que el francés, ya está todo dicho.
Otra peculiaridad que Budapest comparte con Viena son sus cafeterías históricas. Las más importantes son el New York Café, la pastelería Gerbeaud y el Centrál Kávéház. La decoración es espectacular, lo mismo que sus precios.
Aunque no los visité, Budapest es famosa por sus balnearios. Hay más de 100 y se utilizan desde el tiempo de los romanos. Unos de los más conocidos son el Balneario Széchényi y el Gellert.
Nota literaria
Una buena idea para disfrutar de tu recorrido por esta parte de Centroeuropa es leer alguna obra de estos dos grandes escritores, por ejemplo “Memoir of Hungary, 1944-1948” del húngaro Sándor Márai y “El mundo de ayer” del vienés Stefan Zweig. Ambos sufrieron en carne propia las tribulaciones europeas del siglo XX.
No puedo terminar estas notas sin agradecer a la familia Teixidó por su invitación a la magnífica boda que celebramos en las orillas del Danubio ni al profesor Paul Gerloczy por su amabilidad de mostrarnos exhaustivamente Budapest y todos los consejos que nos dio para aprovechar a fondo nuestra estancia en su preciosa ciudad.
Tips & tricks (consejos del Prof. Gerloczy)
Restaurantes
Biarritz (Balassi Bálint u. 2), está cerca del Parlamento. Comida tradicional húngara. Tienen deliciosos caldos del lago Balaton como el excelente vino tinto Ikon (Cabernet Franc)
Tigris (Mérleg u. 10), también comida húngara gourmet. Más formal que el anterior
Baraka (Dorottya u. 6), restaurante chic, nouvelle cuisine
The New York Café (Boscolo Hotel)
¡Pasea por la calle Kazinczy y piérdete por sus rincones! Es una zona preciosa que se ha convertido en el Soho de Budapest. Al lado de la sinagoga ortodoxa Sasz-Chevra encontrarás el Huszár Bístro que sirve cocina tradicional israelí.
Detrás de la sinagoga, casi unido a ella, está un restaurante kosher tradicional que se llama Hanna. Allí puedes comer en un ambiente curioso rodeado de rabinos y de hombres ataviados con su tradicional kippah.
Olvida la hora de comer española, en muchos sitios ya no sirven comidas después de las 14h ni a partir de las 21h. ¡Quedas avisado!
Otro barrio judío es la zona de Pozsonyi út donde hay numerosos pequeños restaurantes y tiendas y arquitectura modernista de los años 40.
Falk Miksa út cerca del Parlamento es una calle repleta de galerías de arte y tiendas de anticuarios.
Y para terminar…
¡No te olvides de beber uno (o varios) chupitos de Palinka a mi salud!
Que post tan interesante Luis!
Mi pareja y yo vamos a viajar en unos días a Budapest a pasar un fin de semana.
Por lo que he visto en tu post, es una ciudad bastante extensa y no sabemos si del viernes al domingo podremos ver toda la ciudad o al menos lo más importante.
Nosotros hemos reservado este free tour guiado en español (https://tourgratis.com/tour/free-tour-budapest-1) como toma de contacto con Budapest, no sabemos como será pero por lo que comentan es un trayecto super bonito.
Viendo tu post, sobre todo tus fotos, nos han entrado muchas más ganas de volar y disfrutar de esas minivacaciones en Budapest.
Muchas gracias por compartir tu experiencia con nosotros. Saludos Luis!
Muchísimas gracias por el comentario. En verdad es una ciudad preciosa y no excesivamente cara. Os deseo un feliz viaje y que disfrutéis a tope.Un abrazo!!